El Espíritu de la Navidad

No es una época como las demás, ni una estación como el verano que tiene el sol y la playa, el otoño que tiene las hojas que caen, el invierno que tiene el frio recorriendo los árboles pelados o la primavera con su eterno renacer. La Navidad, a pesar de no ser una estación, tiene esa magia distinta de un tiempo lleno de ilusión para quienes se animan a soñar.

Todo lo que la rodea parece estar lleno de alegría, aunque para algunos el recuerdo de los seres queridos que ya no están suele ser un peso difícil de sobrellevar. Sin embargo, el Espíritu de la Navidad logra meterse dentro de todos los que deciden vivir la vida en positivo. Es una sensación que se mezcla junto con las risas y las lágrimas que llegan en esta época del año.

Este espíritu navideño tiene que ver con todas las cosas buenas que llevamos dentro, con las fantasías que no perdimos, con los sueños que no olvidamos y con las ilusiones que mantenemos intactas en el corazón.

Todas esas cosas son la Navidad, y eso va más allá de las creencias, porque Navidad puede ser cualquier día en el que nos animemos a soñar con las cosas más hermosas que nos puedan pasar.

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